viernes, octubre 27, 2006

Un día como hoy...


... Pero hace dos años, llegaba por primera vez a Tegucigalpa.

Luego de subir y bajar de tres aviones, y veintidos horas despues de salir de mi casa, llegaba esa fabulosa aproximación final en un ATR 42, con mi cara pegada a la ventanilla y los motores ensordeciendo la cabina. Todavía estaba ese semáforo en el principio de la pista, que se me antojaba ridículo.

Hoy ese semáforo es un recuerdo casi folclórico; una nueva terminal reemplaza el antiguo aeropuerto, que parecía una vieja estación de tren en un pueblo fantasma. La misma peligrosa y corta pista, rodeada de montañas, donde solo algunos doman las aves de metal por el Cerro de Plata.

Aquí volví a degustar un Marlboro después de más de diez años, mientras leía el "Manual del Guerrero de la Luz" sentado en un banco del mall, o los "20 Poemas de Amor" en la habitación del hotel. Hace dos años me transpiraban las manos cuando escribía una respuesta desde el cyber a tu mail, donde decías que no podías ocultarme tu amor, a 7.000 km de distancia.

Me gusta recibir a los visitantes como si fuera en mi propia cuna rioplantense; comentar con los nuevos inmigrantes que tal construcción es nueva, que aquella calle no existía, que las luces se apagaban en el Boulevard Juan Pablo II a las nueve de la noche, que solo había un mall y no tres.

El desempeño de mis funciones me ha llevado a recorrer centroamérica, volver a España, conocer Holanda; he logrado que por primera vez, la compañía patrocine una sociedad humanitaria. El desempeño de la obligada caballerosidad me ha costado eludir los ataques de C******, evitar las histerias de G***, sostener las miradas de M***** y no sucumbir al encanto de R***. En tierra de lindas y querenedonas mujeres, no es tarea sencilla.

De los impresentables Don Nadie ya he hablado; última escala en el karma de vivir al norte, deberé aprender los modos de la convivencia social tratando de mantener la dignidad personal y profesional. Y también volver a vivir solo después de tanto tiempo y de tanta agua bajo el puente.

Aquí te espero, o de aquí he de partir; a 1.100 m más cerca del cielo, o más lejos de tu amor. He evitado, una vez más, el destierro del Olvido, y con mis recuerdos sigo en pie, insomne, aguardando la llegada de mis habituales compañías.

El temblor de hoy puede haber sido, tal vez, solo el bramido interno de este insolvente.

6 comentarios:

Naty dijo...

No me imagino construir toda una vida lejos de esta ciudad... mientras esta linda masa gris siga teniendo este carisma que me atrapa, aqui me quedo...

Cualquiera sea el motivo de la ida -económico, sentimental, etc- me hace sacarme el chapeau...

Quizá las oportunidades de mejor vida hacen que lo de afuera se vea mejor como habitante y no como turista.

Besotes... y no me atrevo a decir un ¡¡Felices dos años!!, anque ya se lo dije, no?

Fantomas dijo...

Hola Naty: yo tampoco lo imaginé nunca... pero los dos motivos juntos son irrefutables. Gracias, no han sido infelices, al menos.

Hola Zorra: quisiera creer lo del cielo, pero soy tan autocrítico...

Lo que sea el motivo que las hace volver, nunca podré retribuírlo en su justa medida, queribles Damas.

Sinceramente.

Fantomas

Naty dijo...

Uh... me ganó de mano... volví para escribir algo más coherente que eso que puse... pero veo que usted ya logra entenderme!

Fantomas dijo...

¡Siempre bienvenida, Naty! Claro que la entiendo, si usted puede entenderme con esa exquisita sensibilidad, yo tengo que hacer mi parte, jeje.

De hecho, estoy escuchando "Baby come back". Sintonía total en esta misteriosa noche que he eludido el asado de los winners.

Es más, le voy a hacer un juego de llaves y le mando el mapa encriptado.

Fantomas

Emita dijo...

Usted siempre poniendo ese toque de calma y sentimiento a sus escritos...
Dos años...¿que tan largos se habran hecho?
Leo en su resumen tantas sensaciones y sentimientos encontrados, logros y caminos recorridos, que se me hace dificil pensar que lo ha pasado mal (igual ud. ya dijo que la infelicidad nunca estuvo presente).
Deseo que su estadía por aquellos lados sea la mejor a pesar de la nostalgia que le puede traer esto.


Besote grande para ud.!

Fantomas dijo...

Hola Emita: ¡siempre tan generosa! Han pasado rápido, excepto los últimos meses. He hecho entrañables amigos, me he divertido mucho, he trabajado hasta el desmayo... No me arrepiento.

Suyo.

Fantomas