jueves, octubre 19, 2006

Receta para un Recuerdo Imborrable


Como es una receta exótica, cítese con su pareja a miles de kilómetros del lugar de residencia de cada uno. Es recomendable encontrarse en el aeropuerto, pasando migraciones. Bésense apasionadamente frente a la cinta N° 2 durante unos dos minutos. Deje reposar.

Viajen en un taxi hasta un hotel, de preferencia de al menos **** (todas las comodidades de las cuales no disfrutará en estos días le dan un sabor especial al sacrificio.) Durante el trayecto, ubíquense lejos de la mirada del conductor, y prodíguense toda clases de caricias, en lugares públicos y privados. Las masas deben estar húmedas y calientes antes de pasar al próximo paso.

Hagan el check-in tan rápido como sea posible, para que se mantenga la espuma. Despache gentilmente al chico de las maletas: un dólar por maleta lo dejará en paz; suba la temperatura del horno a unos 300°C.

Llegados a la habitación, mírense durante varios minutos, pasando de las lágrimas a las sonrisas, y de las sonrisas a las lágrimas alternadamente; utilicen a gusto sinónimos admitidos por la Real Academia de: "vida", "amor", "tiempo", "deseo", "cielo", "linda/o", "alma", "increíble". No olviden ir sacándose la ropa, el uno al otro, a continuación de cada frase y luego de cada beso. Es importante mantener fija la miradas en los ojos de la persona amada.

Revelen sus secretos y fantasías a discreción: la comprensión e interés dará texturas únicas al preparado.

Cocinar a fuego lento, pero en horno bien caliente, durante unos veinte minutos cada vez; esto deberá repetirse al menos cuatro veces por día, durante cinco días. Es importante el intercambio libre de fluídos; si gustan, puede ir probándolos de tanto en tanto, para asegurarse que se está llegando al punto caramelo.

Puede intentar mezclas de caricias de extrema delicadeza con movimientos enérgicos; recuerde que en la variedad está el gusto, y los contrastes son una exquisita oportunidad de enseñar y aprender a degustar sabores, olores y sensaciones.

Para servir, solo desmoldar prejuicios y decorar con ambientes de luz y color. La música es un aderezo opcional, pero altamente recomendable.

Conservar a temperatura ambiente por el resto de sus vidas; una hojita de papel con garabatos, cartitas, anotaciones varias, etc. ayudan a mantener la frescura del plato, y la alegría en el corazón.

El sabor agridulce al terminar la preparación, y en el momento de la separación, es una efecto inevitable. Mantener alejado de los excesos de melancolía, culpa e intentos autodestructivos; en estas condiciones, esta receta es a prueba de olvido.

5 comentarios:

Emita dijo...

Ya mismo estoy tomando nota!

El dia que me toque hacer semejante preparación voy a tratar de no excederme con los ingredientes...

Gracias por compartir semejante receta...

Besote!

Zapata dijo...

Realmente, nada que agregar

Me parece la receta ideal para mantener un amor constantemente comestible

Honrado nuevamente por sus palabras

Mariano

Fantomas dijo...

Emita, no se preocupe, en este caso, me parece que lo que abunda no daña.

Zorra, no me cabe duda que le va a salir de rechupete. Y ojalá se acuerde de este humilde cheff.

Mariano, usted lo ha dicho. ¡Y lo mejor es que no empalaga!

Vuestro.

Fantomas

Dracula con Tacones dijo...

La preparo y despues le cuento como me fue...

Fantomas dijo...

Dracula con Tacones, le tomo la palabra, eh?
Gracias por pasar.
De Usted.
Fantomas