domingo, diciembre 03, 2006

(En reparación)


Porque la peor herida es la que se abre siempre. Una y otra vez.

Porque las chispas no enceguecen tanto como tu estupidez, porque las esquirlas no queman tanto como esa flecha. Porque conoces mejor el olor del humo que el aroma de su piel.

Porqué exponerse. Porqué dejar de lado la único que ha estado siempre a tu lado, sin preguntas, sin quejas por las magulladuras; siempre lista, reluciente, adaptada a todas las latitudes, a todo tu cuerpo de soldado.
Porqué la has descuidado tanto. Tanta paciencia y empeño... ahora desnudo, desnudas tu sombra al mundo. El color de tu piel es el claroscuro de la parte de atrás de tu vida. No hay brillante acero que refleje la luz de la luna, aquella que ahora temes ver con tus ojos.
Porque aún quedan batallas, y porque tus músculos duelen con la añoranza de ese peso.

Es peor el frío de la eternidad de afuera que el del metal en las venas.