Conflictos laborales

Venimos mal, Fantomas. Dos borracheras en menos de cinco días (laborales). Esa caja de Dunhill que cada vez queda más holgada. Esas miradas que incendian. Desaires a tantas invitaciones... ¿sigo?

Tareas difíciles se le han encomendado: purgar culpas, descubrir el significado de "esas cosas", obtener mil años de perdón para no volver, mejorar vuestra habilidad social... pero ese no es el modo, estimado Señor.

¿Que ha sido de sus planes inconclusos? Estamos esperando el tema del Louvre, el asunto de Valhalla, los pasaportes americanos. Ni siquiera atiende los fogosos reclamos de nuestras agentes. Rechaza viajes que sabe son estratégicos. Declina ascensos. ¿Sigo?

NO nos satisfacen sus argumentos, a saber:

• "Solo los niños, los locos y los borrachos, dicen La Verdad."
• "Yo me juego La Vida a cada paso como me place."
• "Líbrenme de los exitosos, no de los vicios."
• "Sepa que quiero beber de la copa de Todas las Vidas, no me interesa un mísero Cáliz."
• "Yo, Señores, no soy un calavera, yo me enamoro, ¿entienden?."
• "No me pida que olvide, mejor pídame que muera."
• "Nunca más 64 aviones en 360 días."
• "No necesito galones, necesito un equipo competente."

Reconocerá fragmentos de sus últimas comunicaciones, de seguro.

Recurro a este medio dado que no atiende ninguno de los tres celulares que posee, ni responde pagers.

Debo manifestarle, en nombre de la Hermandad, que estamos preocupados por el desempeño de quien ha sido, hasta ahora, ejemplo de nuestra Organización, inspiración de los iniciados, guía de novatos y líder de experimentados.

En espera de sus comentarios.

Gran Maese Quetzacoatl.