viernes, septiembre 22, 2006

Detrás de un vidrio empañado

Nunca quise ser rudo contigo,
ni hacerte sufrir, ni por un instante.
Cada lágrima tuya me hiela el alma,
incendia mi cabeza, que solo quiere estallar
en una inmensa nube de caricias.

Si solo por verte feliz daría mi vida, si la tuviera.
Si solo por verte reír entregaría este triste corazón,
sin pedir nada, solo por verte reír, solo por verte… solo...

Y si mereces algo mejor, como te dije,
nunca seré un obstáculo; solo una sombra...
Esquiva, cálida, silenciosa, sombra de una sombra,
que aleja de ti toda oscuridad, todo mal.

Cada vez que lloras un unicornio muere,
y si es por mi, cien más caen
en la pradera desolada de mi alma.
Y si sonríes, mil dragones vuelan,
y si es por mi, una pequeña esperanza
ilumina un pétalo de rosa en mis ojos
que solo tienen luz si te ven feliz,
si te ven...

¡Oh, Eternidad, ven a Mi, llévame
donde pueda verla feliz por siempre!
¡Atrás, fuera de aquí, despiadados minutos!
¡Jamás me quitarán nada, ni mis penas,
si eso solo me quedara de Ella!

Oh, dulce Eternidad, he vuelto,
ya nunca estaremos solos.

1 comentario:

Fantomas dijo...

Zorra, un honor que pasees tu mirada por esta humilde morada.

Aprovechá, por ahora ¡tenés toda la casa para vos sola!

Tu link viste mi sala. ¡Gracias!

Fantomas