lunes, septiembre 25, 2006

De cómo conseguí los planos de Valhalla

Valhalla es el paraíso reservado para los héroes muertos en combate; sus espíritus son llamados los Einherjar.

Situado en el palacio de Odín en Asgard, los héroes fallecidos son bienvenidos por Bragi y conducidos por las valquirias.

Mis contactos me informaron de sus quinientas cuarenta puertas, me hablaron de los muros hechos de lanzas, su tejado construido con escudos y bancos cubiertos de armaduras. Según se dice, hay lugar suficiente para todos los elegidos.

Supe que allí, puntualmente, un gallo llamado Gullinkambi los despierta cada mañana, y los guerreros muertos se preparan para la batalla en las llanuras de Asgard. Son los que pelearán junto a Odín en el Ragnarok, la batalla final de los dioses con los gigantes. Al caer la noche, retornan a Valhalla y disfrutan de banquetes de jabalíes acompañados de hidromiel.

Ragnarok ("destino de los dioses") es la batalla del Fin del Mundo. Por ningún motivo debería yo estar ahí en ese momento, me aconsejaron, e inmediatamente acepté el consejo. Esta batalla será supuestamente emprendida entre los dioses (los Æsir, liderados por Odín) y los demonios (los gigantes de fuego, los Joutuns y varios monstruos liderados por Loki). Y era una batalla perdida...

“No sólo los dioses, gigantes, y monstruos perecerán en esta conflagración apocalíptica, sino que casi todo en el universo será destruido.”, me comentó en tono intimista el más anciano de mis circunstanciales secuaces. Sus cansados ojos azules me convencieron de ello, y se me cruzó por la mente abandonar mi plan. No sonaba nada alentador.

En un intento por tranquilizarme, el rubio de aspecto académico sentenció: “Señor Fantomas, en las sociedades guerreras vikingas, el morir en batalla era un destino admirable, por eso la adoración de un panteón en el que los dioses mismos no son eternos, sino que algún día serán derrocados, justamente en el Ragnarok. Las Profecías describen detalladamente lo que ocurrirá antes, durante, y después de la batalla.”

Leí en la cara del viejo el deseo de preguntarme mi verdadero nombre, y creo que la súbita llamarada de mis ojos lo hizo cambiar de idea.

“Pero Ragnarok, ¿no significa "crepúsculo de los dioses"? Una alusión a una morada en el oeste...”, pregunté haciéndome el entendido. Lo había escuchado una vez en el Discovery Channel, o en el NatGeo, estaba casi seguro. O se me mezclaba con “El Silmarillion”... mmm, ahora no estaba tan seguro, pero ya lo había tirado.

“Debo decirle que esa frase es una mala traducción alemana de la palabra Ragnarok, originada por una confusión entre rök del antiguo nórdico ("sino") y rökr ("crepúsculo")”, me cacheteó el sabihondo. Ahí me percaté de que hablaba mejor el castellano que yo, pucha digo... y yo que solo sé decir “hola”, “chau”, “gracias”, “buen día”, “buenas tardes”, “buenas noches”, “mierda”, “¡Salud!” y “me gustás mucho” en sueco.

“Los dioses ya saben a través de la profecía, lo qué va a suceder: qué avisará de la llegada del acontecimiento, quién será matado por quién, y así sucesivamente. Incluso saben que ellos no tienen el poder de evitar el Ragnarok.” Así se despachó la pechugona (Ingrid creo que era su nombre) mientras echaba de reojo una mirada a mi botella de Zacapa Centenario. Creía que con ese dato sería merecedora de un ron con limón, pero solo le regalé una desfachatada mirada a su busto.

El cerebrito continúo: “El Ragnarok será precedido por el Fimbulvetr, el Invierno de Inviernos: tres inviernos sucesivos se seguirán uno a otro sin verano. Como resultado, explotarán los conflictos y las peleas, y todos los mortales desaparecerán.”

“Vea, en los detalles, ¿podría evitar esos nombres impronunciables para mi?” le disparé al joven con cierto tono de súplica. Ante su cara, un poco de asombro y un poco de indignación, suavicé con mi irresistible sonrisa, y un más irresistible sonido de Finlandia abriéndose: “Es que temo ahogarme si intento decir ese nombre.” El viejo bajó la vista, y la tetona me arrimó un vaso para ponerse primera en la fila de vodka. Es lo único que conseguí con mi estúpido comentario.

Después de historias sobre una persecución perpetua, del lobo Skoll y su hermano Hati devorando a la diosa Sol y a su hermano Mani (o Maní, ¡que se yo!), la desaparición de las estrellas, sumiendo a la tierra en oscuridad, y todo eso, empezó lo bueno. Llevábamos casi una hora y una botella de vodka y una de ron yacían vaciadas de su preciado contenido. Pero venían los detalles...

“La tierra se estremecerá tan violentamente que los árboles serán arrancados de raíz y las montañas caerán liberando a Loki y su hijo, el lobo Fenrir. Eggther, el vigilante de los Jotuns, se sentará en su tumba y rasgará su arpa, sonriendo severamente. El gallo rojo Fjalar cantará a los gigantes y el gallo de oro Gullinkambi (“el despertador”, pensé yo, y ya sentía que la tenía atada) cantará a los dioses.” El profesor ciruela realmente sabía, che.

Un tercer gallo, de color rojo, no me acuerdo que hacía. Evité menciones a los hinchas de River y al Deportivo Morón, no por creerlas desubicadas, sino porque no entenderían mi fino humor deportivo (¡qué saben estos suequitos de fútbol!, me aseveré)

“Jörmundgander, la serpiente de Midgard, se levantará del lecho profundo del océano para dirigirse hacia la Tierra, causando que los mares se alcen y azoten contra la tierra. Con cada respiración, la serpiente arrojará veneno, salpicando la Tierra y el Cielo con el.” Ella también quería intervenir, y cruzó las piernas provocativamente. ¡Guau!

El viejo prosiguió: “De las tierras del este, el ejército de Jotuns, conducido por Hrym, saldrá de su hogar en Jotunheim y navegará la espantosa nave Naglfar (fabricada con las uñas de hombres muertos), que serán liberados por el tsunami y la inundación, hacia los campos de batalla de Vigrid.” Parecía que los tres se iban pasando la posta del relato con la mirada.

“Que asco”, pensé, “Pero que ecológico.” me corregí inmediatamente en voz alta. Ya hablaba solo sin ninguna vergüenza.

“Desde el norte, una segunda nave fijará sus velas hacia Vigrid, con Loki, ahora desatado, como timonel” continuó el anciano, sin darse por enterado de mi comentario, agregando además que los horrorosos habitantes de no se donde también iban en ese nefasto barco. De pronto me di cuenta de que había quedado abstraído en el relato.

“Esto va a ser largo y duro”, pensé. Eran casi las 6 de la tarde, y ya estaba oscureciendo. Un Flor de Caña de 18 años apareció en la mesa, al filo de la muerte, no se como. Y solo me quedaba el Bayley´s de mi habitación...

Me contaron que el mundo entero estará en guerra, el aire temblará con los ruidos, fragores y ecos. En medio de esta agitación, los gigantes de fuego avanzaran hacia el sur y romperán en dos el propio cielo, cerca de Vigrid, dejando todo a su paso quemándose en llamas. Muy alentador...

Mientras tanto, Heimdal, el primero de los dioses que verá a los enemigos acercarse, soplará su cuerno Giallar, que sonará con tal fuerza que será oído a través de los nueve mundos. Todos los dioses despertarán e inmediatamente se reunirán en consejo. Después Odín montará Sleipnir y galopará a la morada de Mimer para consultarle acerca de la esperanza de su pueblo y de él mismo. Recibirá buenas y malas noticias.

Entonces, Yggdrasil, el árbol del mundo, se sacudirá desde la raíz a la punta. Todo en la tierra, el cielo y el infierno temblará. Todo los Æsir y Einherjer se pondrán sus vestimentas de batalla. Este inmenso ejército, 432.000 Einherjer, 800 de cada una de las 540 puertas del Valhalla (lo cual comprobé mentalmente, soy rápido para los números) marchará hacia Vigrid y Odín cabalgará al frente, usando un casco de oro y una faja brillante, sacudiendo a su lanza Gungnir.

Y ahora venían las malas noticias...

Odín se dirigirá hacia Fenrir; y Thor a su derecha, no podrá ayudarle porque Jörmungand, su viejo enemigo, inmediatamente lo atacará. Freyr luchará contra el gigante de fuego Surt, pero se convertirá en el primero de todos los dioses en sucumbir pues él habrá prestado su propia espada a su criado Skirnir. Heimdall se encontrará con Loki, y ninguno sobrevivirá el igualado encuentro. Thor matará a Jörmungandr con su martillo Mjolnir, pero solo podrá dar nueve pasos antes de caer absolutamente muerto, envenenado por la saliva que Jörmungandr escupió sobre él. Odín peleará con su poderosa lanza Gungnir contra Fenrir pero finalmente será devorado por el lobo después de una larga batalla. Para vengar a su padre, Vidar llegara inmediatamente a Fenrir, matándolo.

Entonces, Surt quemará al mundo entero con fuego. La muerte le llegará a todos los seres en la Tierra. El sol se apagará y las estrellas desaparecerán de los cielos. Surgirán vapores tóxicos y las llamas estallarán, abrasando el cielo con el fuego. Finalmente, la tierra se hundirá en el mar.

A esa altura, tomé un respiro. Y me percaté que también me había tomado todo el Bayley´s, de la botella... y sin convidar.

El rubio más joven relataba: “Después de la destrucción, una tierra nueva emergerá del mar, verde y justa. Los cereales madurarán en los campos que nunca fueron sembrados. El prado Idavoll, en el Asgard ahora destruido, no habrá sucumbido al final de todo. El sol reaparecerá como Sol, ya que antes de ser tragada por Skoll, habrá dado a luz a una hija, totalmente idéntica a ella misma.”

Unos cuantos dioses sobrevivirán la dura prueba. Al reunirse en Idavoll, estos dioses se sentarán juntos, discutirán su conocimiento oculto, y charlarán sobre muchas cosas que han sucedido, incluyendo el mal de Jörmungandr y Fenrir. En la hierba encontrarán los tableros de ajedrez de oro, los cuales los Æsir utilizaron, y admirarán esta maravilla. Frigg, Freya y otras diosas han sobrevivido.”

“Que interesante”, me apuré a decir, intentando detener la andanada de nombres y locura. Comencé a levantarme como diciendo “Bueno chicos, a lo nuestro”, pero los efectos del alcohol y del humo a cigarrillo empezaban a inclinar el piso en sentido contrario al que yo hubiese querido.

Dos seres humanos también escaparán la destrucción del mundo ocultándose profundamente dentro de la madera de Yggdrasil donde la espada de Surt no puede destruir. Les llamarán Lif y Lifthrasir. Emergiendo de su refugio, vivirán en el rocío de la mañana y el repoblaran el mundo humano.” continuó mas relajada la minita. La Ingrid, llamémosla así, me flechó una mirada como preguntándome si tal vez la madera de mi cama no fuese del árbol innombrable ese. Le devolví una promesa con los ojos, mientras por dentro pedía la hora como en el partido contra México en el mundial de Alemania.

Continuaron con la historia (¿o el futuro?) Todavía existirán muchas moradas que contendrán las almas de los muertos. Existirá Brimir, donde el una gran cantidad de buenas bebidas serán servidas. Y existirá Sindri, un excelente aposento hecho enteramente de oro rojo. Las almas de voluntad buena y virtuosa vivirán en estos lugares. ¿Viviría yo también algún día? ¿Viviría ahí la mujer amada? Dejaba ir mi vista en las volutas de humo gris, como si me indicaran el camino a las habitaciones de oro rojo.

Miré el reloj, pero disimulé el hecho de que ni atinaba a enfocar la esfera de mi Victorinox. Los dejé seguir, casi exhausto. Mi cabeza no daba más... ¿cómo haría para retener todo esto? ¿Con qué objeto? Solo quería que me ayudaran a encontrar el Valhalla...

Hablaron de que una profecía también menciona otra morada, llamada Nastrond ("filamento del cadáver"), parte del inframundo, tan vil como extensa: ninguna luz del sol llegará a este lugar; todas sus puertas se ubicarán de cara al norte, sus paredes y azotea serán hechas de serpientes entrelazadas, con sus cabezas mirando hacia adentro, arrojando tanto veneno que correrá como ríos en los pasillos. Los asesinos, los que rompen sus promesas, y los incestuosos nadarán a través de estos ríos por siempre.

Un frío me corrió por la espalda... me imaginé ese destino... yo he roto promesas.

“Y en el peor lugar de todos, Hvergelmir, los Nidhogg que hayan sobrevivido al Ragnarok, torturarán los cuerpos de los muertos, succionando la sangre de sus cuerpos.” El viejito era medio sádico, me parece, le ponía demasiado énfasis para mi gusto.

“Suficiente.”, dije con tono autoritario. Me acomodé lo mejor que pude en mi sillón, ya que no podía pararme.

Mi cara debería estar medio desencajada, porque el joven, sonriendo por primera vez, me dijo tranquilizadoramente: Después de todo, señor Fantomas, en este mundo nuevo, la maldad y la miseria no existirán más, los dioses y los hombres vivirán juntos en paz y armonía. Los descendientes de Lif y de Lifthrasir habitarán Midgard.” El rubio era el único que me llamaba por mi alias.

Inmediatamente, la pulposa Ingrid se inclinó sobre mí, y amablemente me quito la botella que aprisionaba como un frenético. La solté en una actitud de entrega involuntaria, mientras veía que el viejo y el solemne joven se dirigían hacia la puerta. La chica se acercaba con una sonrisa muy sensual con intenciones claras de guerra...

Me desperté con algún ruido lejano. Mi cara estaba como pegada a la almohada húmeda.

Al levantarme, encontré las botellas llenas. Que detalle... de pronto me asaltó el horror de haber caído en un simple sueño. "¡No otra vez!" grité. Por suerte nadie pareció oirme en el edificio.

En mi atiborrada mesa de luz vi una especie de rollo encintado con una nota. Decía: “No queda mucho tiempo.” La letra era inconfundiblemente de mujer, aunque no entendía la firma con runas.


Abrí el rollo. Las quinientas cuarenta puertas se dibujaban nítidamente, y mi cabeza comenzaba a hervir, y mi alma a helarse.

Y sabía que me estaban esperando.


1 comentario:

Fantomas dijo...

Bueno, un post para mi mismo, al estilo de los "contracomentarios de Podeti": muy largo, lleno de nombres complicados, ¿cuál es la idea?, ¿te pensás que tengo media mañana para leer esto?, dedicate a otra cosa, pasame el número de la rubia, dejá la bebida, a quien le importa esto, buh, buh, parecés Antonio, aguante Boca, muera Boca, larga vida al Rock´n Roll...