viernes, septiembre 22, 2006

¡Arreglate, querés! Vienen visitas

Siempre empiezo todo al revés... jeje.

Ahora resulta que tengo todo dado vuelta: el iPod en la mesa de la cocina, Bayley´s y barras de cereal al costado de la cama, medias negras de fútbol colgadas al lado de mi camisa blanca (la que uso cuando me disfrazo para trabajar). Carpetas del trabajo en la mesa de luz, planos de bancos en el escritorio, fotos de ellas en toda la casa. En uno de los baños mi agenda con mil contactos, que no usaré a menos que esté todo perdido. En el otro, un frío glacial que guardo para mis ataques de melancolía. Y tres celulares con un tercio de mi vida en cada uno. Uno en cada bolsillo, o en cada saco, o en cada habitación.

Dos anotadores con planes, cartas para ellas, informes de retiradas (algunas poco dignas, lo reconozco), pases de abordar usados, bocetos de mis manos en posición de escribir, presupuestos varios. Y un calendario hecho a mano, con mil marcas de idas, vueltas, regresos sin retorno a ninguna parte.

Y este proyecto de salvación con una estética bastante dudosa... (mmm, que generoso y autocomplaciente estoy hoy, que raro, que raro...)

Prometo dejar arreglado para cuando vengan a pasar un rato. Ah, y no me molesta que me abran la heladera, solo avisen si se acaba la cerveza, el vodka, el ron o el Nesquick sin azúcar que tanto les gusta a mis visitantes, colegas, amigos, malhechores varios... No, no me pidan que clasifique a cada uno, cuento con vuestra discreción. En mi mundo la indiscreción se paga caro.


La salsa tiene una semana (¡bueno, llegue de viaje ayer, que quieren!); les juro que me habia quedado buenísima, pero las pizzetas se las arman bajo vuestra propia responsabilidad.

Eso si: aflojen con los Havanna, solo uno por cabeza ¡que me los trajeron apenas hace 6 días!

Si se quedan a dormir, saben que hay lugar de sobra, con todos los climas. Y para todos los climas... Será un placer recibirlos y convidarlos en al ambiente que elijan, con todo arregladito.

Prometido. Palabra de criminal.

1 comentario:

Fantomas dijo...

Bueno, otro comentario para mi mismo. Parece ser que de a poco van llegando visitas, muy interesantes. No lo hubiera pensado...

Ahora: ¿porqué vienen solo mujeres? ¿Tendré por fin mi harén de sensibles señoritas? ¿Dónde están los muchachos de entonces?

Perplejo.

Yo.